Yunguilla, un ejemplo de comunidad sostenible
Conoce acerca de la visita de la comunidad de San José de Mashpi a Yunguilla. Aprendimos sobre la forma de vida sostenible y las lecciones aprendidas a lo largo de la trayectoria de esta comunidad sostenible ganadora de reconocimientos nacionales e internacionales. Por Isabel Izurieta
Yunguilla, situado en un valle a las afueras de Quito en la vía a Nanegalito, delimitado por la Reserva del Pululahua al este y por la Reservas de Maquipucuna y Pahuma hacia el oeste, es un ejemplo de una comunidad sostenible tanto en el sentido económico como en el ecológico. Los miembros de la comunidad de Mashpi visitaron junto a Fundación Futuro esta comunidad vecina, también parte del Chocó Andino, para aprender sobre su trayecto y modo de vida.

Fotografía: Vista del valle de Yunguilla
Al llegar, la comunidad Yunguilla compartió con nosotros un delicioso almuerzo en su más reciente proyecto: el nuevo restaurante comunitario. En este lugar, la mayoría de los ingredientes utilizados son orgánicos y vienen de las diferentes fincas locales y los colaboradores son en su mayoría miembros de la comunidad. Desde allí, pudimos admirar el valle lleno de vegetación y a la distancia, las casas de la comunidad donde se lleva a cabo el turismo comunitario. Después, nos dirigimos a la finca comunitaria Tahuallullo donde Germán, nuestro guía y el coordinador general de la Corporación de Yunguilla, nos contó sobre la historia de la comunidad en una tarde llena de enseñanzas.
Aprendimos que, a pesar de que Yunguilla es ahora una comunidad ejemplar, no siempre fue de esta manera y cambiar no fue un camino fácil. Históricamente, la comunidad se dedicaba a la tala de árboles para producción de carbón, casi llegando a deforestar la totalidad de su territorio; además, sufrían de carencias en infraestructura y educación. Sin embargo, a través de la ayuda de ONGs internacionales, lograron iniciar un proceso de transformación de sus fuentes de ingreso y su forma vida, ocurriendo en un transcurso de 20 años. Hoy, han logrado reforestar todo lo que una vez había sido talado y han encontrado otras fuentes de sustento económico, no solo permitiéndoles salir de la pobreza sino también llevar una mejor organización de la comunidad, mejorando su nivel de vida en todo sentido. A través de encuentros como este, los miembros de la comunidad de Mashpi pueden ver un ejemplo de una comunidad trabajando en conjunto de manera exitosa y como el trabajo en equipo puede lograr hazañas maravillosas.

Fotografía: Miembros de la comunidad de Mashpi aprendiendo en la casa de la finca comunitaria Tahuallullo
Mediante la constitución de una corporación en la cual los miembros de la comunidad son socios, Yunguilla logró involucrar a toda la comunidad, incluyendo a las mujeres quienes tienen un rol muy importante en cada hogar al ser tomadoras de decisiones al igual que los hombres. Adicionalmente, las mujeres están a cargo de la producción de mermelada orgánica, convirtiéndolas en una importante fuente de ingresos para el hogar. La comunidad se dedica a varias actividades como el turismo comunitario, producción de mermeladas orgánicas, producción de queso y producción agroecológica. Las ganancias no solo van para el productor, sino un porcentaje va a la corporación, asegurando de esta forma la colaboración entre todos.